2 nov 2011

JULIANO SOBRE LA VIDA EN ARCTURUS



Quiero hablarles de nuestra espiritualidad que está en el corazón de nuestra fuerza de vida, propósito y nuestra misión de vida.

Nosotros vemos la espiritualidad como la primera energía que se mantiene unida al tejido de nuestra cultura y nuestra sociedad. La quinta dimensión es una dimensión espiritual a la que sólo pueden entrar aquellos que pueden reconocer la fuerza de la vida y pueden saber  cual es la razón más alta para la existencia.

Como seres espirituales , nosotros estamos fuera frecuentemente del cuerpo. Nosotros vamos a los niveles superiores, a las dimensiones superiores. Viajamos por la escalera de la mano dimensional de arriba abajo. Nosotros tenemos  un estado de sueño como ustedes pero está mucho más avanzado. En nuestro estado de sueño podemos dirigir los sueños continuamente. Podemos elevar el estado de sueño a los procesos y actividades superiores. Como seres espirituales, estamos en comunicación con la fuerza de vida del Creador. En la tercera dimensión, ustedes hablan a menudo del Creador que no puede ser conocido. En nuestra quinta dimensión nosotros tenemos más conocimiento del Creador. Eso es porque tenemos a Jesús/Sananda con nosotros, y somos capaces de estar comunicados continuamente con él. Nosotros nos comunicamos con el Consejo de los Doce quienes son los Maestros de la Galaxia y el Consejo Galáctico. Ellos se sientan con Sananda y otros que tienen la comunicación alta con la fuente del Creador.  La luz de la Fuente del Creador se reduce a nosotros en una fórmula que nos trae conocimiento más directo. Esto es difícil de comunicar en el pensamiento y  palabras, porque nosotros estamos comunicándonos con el Creador en un proceso de transformación de energía que está más allá del pensamiento y las palabras. Ustedes sólo pueden indicar, cuando lo imaginan y experimentan, cosas indescriptibles más allá del pensamiento. Nosotros nos pasamos mucho tiempo en nuestro templos y también soñamos allí. Nuestros modelos de sueño son muy diferentes a los suyos. A veces entramos en un estado de sueño en casa. Nuestro sueño no es tan regulado como el de ustedes. Nuestros días n o están fijados en 24 hs y nuestros años no están fijados en 365 días. Nos comprometemos en el sueño para el estado alterado de conciencia , y ésta es una actividad alta en nuestra vida espiritual.

Nos reconocemos en la unidad de Adonai, el papel central que Sananda/Jesús juega en la Tierra y en otros planetas. Nosotros también reconocemos que hay otros Maestros al nivel de Sananda que vigilan a otros planetas y familias Estelares. Sananda está encima del Adán de la familia Estelar, y hay otros de estatura equivalente que trabajan en otros sistemas y galaxias. Nosotros ponemos mucho de nuestro tiempo espiritual buscando a Maestros de otras partes de la galaxia y el Universo.

Tenemos un Templo de Cristal similar al que nosotros hemos creado para los Seres de la Tierra. Este Templo de Cristal, es , lejos mayor en tamaño que lo que podrían imaginar. Está muy lejos en mayor energía de lo que ustedes podrían sostener. Cargaría excesivamente sus circuitos si estuvieran en este campo de energía de nuestro Templo de Cristal. Los Maestros Arcturianos están en los templos y buscan sostener esta luz espiritual que es conocida como la luz fuerza Arcturiana.

En resumen, vemos pensamientos, emociones, espíritus y cuerpo de una manera más unificada para no separarnos. Yo les hablo de la individualidad para que ustedes puedan empezar a comprender cómo nosotros somos. Ustedes los Seres de la Tierra, tienen toda la oportunidad potencial y evolutiva para desarrollarse como nosotros. Pueden evolucionar al punto que no necesitarían comida y podrían mantenerse en la luz líquida. Ustedes tendrían emociones superiores. El logro más grande de un planeta es pasar a la dimensión superior. Nosotros deseamos usar nuestra energía y conocimiento para ayudarles a que su planeta pase a los reinos superiores. La tecnología para lograr eso es cada vez más conocida por las Semillas Estelares.

Yo Soy Juliano




A través de David Miller

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