24-2-13
EL TEMPLO DEL FUEGO VIOLETA
CONTINÚA MYTRIA:
Cuando emergí de la Matriz de la Madre, sabía exactamente qué hacer. Empaqué un pequeño paquete y fui derecho al Templo en la Villa y les conté a mis amigos lo que había sucedido. Aquellos que reconocí de mi primera visita al Centro de la Madre, ya que ahora podía reconocer todas sus caras, sabía que tenían que regresar conmigo al sitio de la Roca Sagrada. De alguna manera, ellos sabían que se había voluntariado para trabajar como UN Ser para crear el Templo Sagrado de la Llama Violeta.
Luego fui a la Villa para encontrar a los otros que habían sido llamados al Centro en lo que parecía ser una vida atrás. Al caminar a través de la Villa reconocí varias personas que recordé estando dentro del Centro de la Madre. Confié en la Madre para quien estaba listo para mi comunicación y quién no. Hacia el final del día encontré cinco personas que habían sido llamadas por la Madre y estaban listas para seguirme hacia lo salvaje.
Estas personas no eran Sacerdotes o Sacerdotisas sino carpinteros, albañiles y arquitectos. Mi ida a la Villa fue una gran idea, ya que se corrió la voz y muchas de las personas que no habían sido preparadas antes, llegaron al Templo para averiguar lo que estaba pasando. En un corto período de tiempo, un pequeño, y dedicado grupo de alrededor de treinta personas estaban listas para seguirme al sitio de la Roca Sagrada para construir el Templo de la Llama Violeta. Pensamos que construir este Templo tomaría muchos cruces del Sol, pero el Alycone Elohim y Arcturiano la tenía guardada una sorpresa para nosotros.
Comenzamos nuestro viaje al Sitio cargados con equipamiento pesado, lo que hizo nuestro viaje muy lento. Había sido instruída de que todos debían caminar hasta el Templo y sólo materiales simples de construcción serían permitidos. La creación del Templo era un acto sagrado realizado en tierra sagrada. Por lo tanto, no sería usada maquinaria pesada. Tampoco, ninguna de nuestra avanzada tecnología trabajaría dentro del campo de fuerza de esta área. Cuando expliqué este hecho a nuestro grupo, diez personas se fueron instantáneamente.
El resto de nosotros continuó calmadamente nuestro viaje en una forma profundamente reverente. En la mañana despertamos para saludar al día con meditación. A la noche nos sentamos alrededor del fuego y hablamos sobre lo que recordábamos de nuestro encuentro en el Centro de la Madre y cómo había cambiado nuestras vidas. Al acercarnos al Sitio comenzamos a sentir la elevación de la frecuencia de la energía. Fui sorprendida por esta sensación, ya que no la había experimentado antes.
Cuando le pregunté al Elohim Alcyone sobre esta nueva vibración, Ella dije que era porque el Fuego Violeta había sido encendido. Esa noche en la fogata, les dije a todos lo que la Madre había dicho, y decidimos tener una meditación grupal. Sugerí que comenzáramos nuestra meditación visualizando que nuestra fogata era en efecto la Llama Violeta. Todos estuvimos de acuerdo y nos enfocamos en el fuego en medio de nuestro círculo hasta que todos nosotros pudimos imaginarlo como una Llama Violeta.
Entonces cerramos nuestros ojos y entramos en un profundo trance de veinte personas con UNA conciencia. Al crecer nuestra conciencia grupal hacia frecuencias cada vez más superiores, nuestra visión colectiva de la Llama central se hizo más y más grande. Nuestro desafío fue mantener nuestro círculo conectado aunque pareciera que la Llama Violeta pronto nos sobrepasaría.
De hecho, la Llama nos sobrepasó, pero no fue una llama física sino una Llama Violeta de frecuencia superior. Al tragarse el Fuego Violeta a nuestro grupo, cada uno recibió instrucciones personales de cómo tenía que proceder. No sabíamos cuáles eran las instrucciones de los demás, sino que éramos conscientes de que todos estábamos recibiéndolas.
Después de recibir nuestras instrucciones personales, la intensidad del Fuego Violeta creció dentro de nuestros cuerpos. Como lo discutimos después, cada uno de nosotros tuvo la experiencia de un profundo cambio en nuestros pensamientos, emociones e incluso nuestra forma física. También sentimos el Fuego Violeta conectándonos en un grupo muy unido con UN propósito. Justo antes del amanecer dejamos cada uno el Círculo para tomar unas pocas horas de sueño. Al día siguiente estaríamos en el Sitio y estábamos más que listos para comenzar nuestro Destino.
Al entrar en el campo de fuerza nuestro pequeño grupo y acompasándonos con el área que rodeaba la Roca Sagrada, instantáneamente notamos un cambio en la vibración de la energía del aire, así como dentro de nuestros propios cuerpos. Cuando estaba en la Matriz de la Madre, la Llama Violeta planetaria estaba encendida, y la noche anterior a nuestra llegada, todos experimentamos la activación de la Llama Violeta dentro de nuestros cuerpos.
Luego, cuando nuestras Llamas Violetas Personales llegaron a la proximidad de la Llama Violeta Planetaria hubo una intensa transmutación de toda la vida dentro del campo de energía. Más aún, la contención del campo de energía amplificaba grandemente las frecuencias en expansión, como hacía el eco de la energía superior mientras rebotaba para adelante y atrás entre cada uno de nuestros cuerpos. Un poco después, todos comenzamos a experimentar intensos síntomas de transmutación.
Al comienzo, todos pensamos que estábamos enfermos y habíamos comido algo que esta envenenado. Había vivido en áreas desconocidas mi vida entera y nunca había comido plantas venenosas. Por lo tanto, pedí que fuéramos a otro grupo de meditación para conocer juntos la razón de nuestra enfermedad aparente. Todos teníamos el mismo mensaje: "Ustedes están experimentando síntomas de transmutación. Relájense durante unos días y permitan adaptarse a la frecuencia más alta de la zona, así como a la mayor frecuencia de su propio cuerpo. "
Habíamos llegado tarde en el día, y ninguno de nosotros tenía ganas de comer. Por lo tanto, todos tomamos nuestra ropa de cama y encontramos un lugar en mi cueva o en cualquier área contigua que les nos llamó la atención. Sí, todos comenzamos simultáneamente a escuchar la Voz Interior de la Madre. Parecía que la conexión entre nuestras Llamas Violetas Personales y la Llama Violeta Planetaria nos conectaban también, con el planeta.
La mayoría de nosotros cayó dormido rápidamente, ya que habíamos estado despiertos la mayor parte de la noche anterior, y el resto pronto les siguió. Nos despertamos al Amanecer y lentamente hicimos pequeños fuegos para calentar agua para nuestro té matinal mientras otros reunían los remanentes de comida para preparar el desayuno. Otros miembros de nuestro grupo juntaban más leña, limpiaban el área de dormir y examinaban la tierra para más lugares para vivir.
Todos trabajamos como una persona, la mayoría de nosotros olvidándonos totalmente de cuán enfermos nos habíamos sentido unas pocas horas antes. Cuando nos sentamos en el suelo para compartir nuestra comida grupal, descubrimos que habíamos tenido todos el mismos sueño. Dos grandes Seres de Luz habían venido a nosotros y nos habían mostrado el área exacta en la cual construir el Templo.
Recordamos fácilmente este “sueño” porque habíamos elegido espontáneamente el área exacta para sentarnos y tener nuestra primera comida. Sobre esta realización nos reímos alegremente, un sonido que a menudo llenaba el campo de fuerza, junto con el creciente sentimiento de amor incondicional. Ya que todos nos aceptábamos entre sí incondicionalmente, no había conflictos. Si un desacuerdo comenzaba a surgir, todas las partes de la conversación se separaban un momento para entrar en meditación.
Cuando regresábamos, no había necesidad de siquiera discutir el asunto, ya que todo se había hecho vía la Llama Violeta. Gradualmente, nos dimos cuenta de que ya que cada una de nuestras Llamas Violetas Personales estaban conectadas con la Llama Violeta Planetaria estábamos todos conectados entre nosotros. Esta conexión fue muy útil ya que nuestros síntomas de transmutación se volvían más y más fuertes.
Nos dimos cuenta de que hasta que habías completado cualquier proceso por el que estábamos pasando tendríamos que trabajar en los cambios. Entonces todos tendríamos una chance de tomar al menos medio día para descansar, meditar y/o practicar nuestras técnicas de sanación en nosotros mismos y en cada uno. Afortunadamente, al igual que nuestros síntomas se hicieron muy graves, más y más de nosotros desarrollamos nuestras propias formas únicas de sanación energética.
Sabíamos que éramos UNO con la Naturaleza ahora ya que la Gran Madre siempre proveyó una fuerza de sanación para equilibrar los síntomas del gran cambio. No obstante, algunos días todos teníamos que tomarlos libres, ya que necesitábamos descansar o éramos llamados para asistir a los otros que estaban bajando más luz de que sus cuerpos podían contener. En este caso, la persona era llevada a menudo al Lago para flotar en el agua o recostarse en las rocas que rodeaban el Lago.
Encontramos que el agua, especialmente flotando en el agua, tenía un efecto muy calmante para nuestro sistema nervioso sobrecargado. También nos dimos cuenta de que si emparejábamos nuestros ciclos de sueño y vigilia con los Soles, nos sentíamos mejor. Además, íbamos a dormir al atardecer y despertábamos al amanecer, ya que todos necesitábamos sueño extra durante nuestro proceso transformativo. También necesitábamos copiosas cantidades de agua.
Afortunadamente, justo a tiempo, unos pocos de nosotros encontraron que tenía habilidades de radiestesia. Por casualidad, uno de nuestro grupo tomó una "horqueta" y sintió la urgencia de seguir la sensación de tirón de la palanca. Con el palo apuntando hacia abajo en el suelo, cavamos de forma profunda y el agua se encontró pronto. Todos tratamos de hacer radiestesia y hallamos que tres de nosotros éramos muy buenos en eso.
Por lo tanto, cada uno de nuestros "zahoríes" encontró una ubicación para un pozo que cavaron los demás, encontró piedras para el pozo y la madera de la manivela, mientras que otros hicieron la cuerda de salida con las plantas que les mostré. Dentro de muy poco tiempo vivíamos completamente de la tierra, ya que no fue demasiado pronto que nuestras provisiones casi se agotaron.
Todos encontramos que cuando nos relajábamos en nuestro proceso de transmutación éste se volvía más fácil. Si dábamos con un punto duro y experimentábamos incomodidad, dolor o confusión, hablábamos con nuestro grupo y alguien tomaba nuestro lugar de manera de que pudiésemos descansar y “entregarnos hacia el proceso”. A menudo teníamos períodos de olvido completo ya que nuestro cerebro se apagaba temporariamente de manera de integrar la bajada de información. Esta información parecía venir a través de la Llama Violeta en nuestro Corazón o a través de la Corona en nuestra cabeza.
Decidimos tener encuentros matinales de manera de poder discutir nuestros sueños y/o cualquier problema o quebranto que tuviésemos con nuestro proceso de transmutación. Estos encuentros matinales eran vitales, ya que nos unían en un grupo aún más unido y amoroso. También, aprendimos mucho sobre el proceso de transmutación compartiendo nuestros propios procesos.
Sabíamos que no podríamos construir el Templo en esta condición de inestabilidad y cambio constante. Sin embargo, también sabíamos que estaríamos todos listos al mismo tiempo. Cuando el día finalmente llegó, funcionamos como UN Ser con innumerables habilidades multidimensionales. Pensábamos que sabíamos de todo para entonces, pero estábamos para una gran sorpresa…
A través de Suzanne Lie, PhD
Traducido para este blog- Shanti
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