Domingo 7 de diciembre del 2014
No es nuestro destino en este tiempo acobardarnos de nuestro propósito de ser y llamado más elevado.
Algunos de nosotros hemos estado trabajando durante muchas vidas para esta elevación final de los niveles de conciencia de la humanidad, pues fuimos testigo de la caída de la misma del estado 7D al de la 3D. Algunos de nosotros juramos que no descansaríamos hasta que la humanidad aprendiera finalmente para ascender a los estados más elevados del Ser una vez más, y por lo tanto nos encarnamos en este tiempo para ver llegar todo esto a una completación.
He estado trabajando intensivamente con la columna dorsal del planeta, las energías de las pirámides y los Ríos de Luz, el Árbol de la Vida, en los últimos años. Esto me ha traído a un tipo de entendimiento de que la Tierra está intrincadamente ligada con el cuerpo humano. Ciertamente el cuerpo del planeta refleja nuestras formas físicas. Como nosotros somos de la tierra, regresaremos a la tierra. A medida que el planeta avanza a las octavas más elevadas del ser, nosotros nos movemos a ellas también.
Esto nos lleva al entendimiento de que todos estamos ligados cósmicamente también, así que aunque la Tierra es parte y partícula de nuestros cuerpos, nuestro ser está cósmicamente ligado al resto de la creación. Sólo cuando incorporamos AMBOS, la Tierra y el Cielo, en nuestras vidas diarias es cuando empezamos a funcionar a un nivel mayor. Siempre y cuando neguemos cualquier aspecto de la Tierra y el Cosmos, no estamos equilibrados.
En tanto expandemos nuestra conciencia, nos expandemos a un entendimiento siempre creciente de que nada es jamás al azar, sino que todo encaja perfectamente en un plan Maestro más grandioso, uno cósmico.
¡Así como es arriba - es abajo, así como es dentro – es fuera!
La célula humana es una sorprendente e intricada máquina cósmica en sí misma, ella refleja la inmensidad del Ser que creó el cuerpo humano, y en lo que toca a si heredamos esta forma via nuestros antepasados o nuestros Seres Cósmicos, esto no es importante -- puesto que todo es una parte y partícula de un solo Plan Maestro y de la misma Mente Maestra que creó todo.
Si una sola célula en nuestros cuerpos físicos puede tener un efecto de reacción en cadena en todas las otras células y organismos en el cuerpo humano, entonces imagínense cómo nuestro propio ser envía efectos de reacción en cadena al resto del cosmos. Ustedes no están en este planeta al azar, sino porque su ser eligió estar aquí en este tiempo; así que con cada pensamiento que piensan, con cada movimiento que viven su vida en este planeta, están enviando fuera, o más bien, irradiando energía a la totalidad mayor. Así de poderosos son ustedes.
Imagínense entonces que están enviando fuera estas energías con efecto de reacción en cadena a la Tierra y ejerciendo un efecto en toda la gente con la que se encuentran de alguna forma o modo. ¿Cómo la están impactando?
¿Son ustedes como una célula enfermiza que está afectando a las otras células de la conciencia humana en espirales descendientes y es parte de la enfermedad en el colectivo de la humanidad?
¿O son una célula radiante y sana, que trae al Ser más energía radiante de la fuerza de vida y amor, elevando por lo tanto a la humanidad mayor a estados más elevados del Ser?
Si uno se vuelve consciente de esto, se despierta algo profundo en nuestro interior y uno empieza a vivir su vida de modo diferente. Uno empieza a asumir el control de su propia vida y el modo como la vive. Uno empieza a facultarse a nivel del ser y luego a reconectarse con el ser cósmico y luego con la fuerza--energía del corazón de toda vida misma.
No puedo estar en este entendimiento sin estar maravillada de la magnificencia y omnipotencia de toda la Creación. Cuando comprendo que mi propio ser es pura energía y que yo transmito esta energía en todo lo que soy y aspiro a ser y volverme, entonces esto significa que yo actúo como un tipo de fuerza--energía, que es una fuerza cocreativa.
Puedo usar esta energía para el bien mayor de todos -- o para la destrucción y división de todos. Así de poderoso soy yo -- y son ustedes. ¡Pues todos hemos heredado esta habilidad inherente profundo en nuestro interior!
Tal vez entonces mientras más entendamos la energía y formas de energía, más iluminados nos volveremos, más nos iluminamos desde profundo en nuestro interior. Esa luz es nuestro derecho de nacimiento como hijos del Sol. Así como el Gran Sol Central irradia desde las galaxias internas, que eran las 12 Galaxias núcleo que fueron creadas alguna vez alrededor del Gran Sol Central, hay octavas diferentes del Ser.
Pues hay 12 Octavas del Ser Divino en sí mismo y cada una de las radiantes Galaxias lo refleja. Por lo tanto, la 13va. sostiene las codificaciones de la Llave Maestra
Toda la energía moviéndose en este planeta es acerca de este entendimiento. Es más de este entendimiento, es que todos somos Seres cósmicos y tenemos la habilitdad de expandernos más allá de la norma hacia lo extraordinario, las octavas más elevadas del Ser, no solamente via el planeta sino también via nuestros propios seres.
Pues verdaderamente no hay llamado más elevado que el verse estimulado por ese llamado desde profundo en nuestro interior, y luego estimular al resto del mundo y a todo el Cosmos mayor.
(Judith Kusel)
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