Por Jennifer Hoffman
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31 de Octubre 2016
Al finalizar otro mes de desafíos, podríamos estar preguntándonos cuándo terminará todo esto. No es la mejor pregunta en este momento, porque supondría que ocupamos el asiento del pasajero en este viaje y que no tenemos ningún control sobre lo que va ocurrir. Pero no es así. Nosotros somos el conductor y tenemos el control en nuestras manos, como podremos comprobar en Noviembre. La energía del número 1 de Octubre cambia a la energía del número 2 de Noviembre, pero se trata de un 2 a partir del 11 (Noviembre es el mes 11), que significa la integración del espíritu con la materia, de lo humano con lo divino. ¿Estamos listos para disfrutar de las recompensas a nuestros esfuerzos o esperamos permiso para poder sentarnos en el banquete de la vida? Depende de nosotros. En Noviembre descubriremos que las recompensas están a nuestro alcance, pero tendremos que subirnos al podio y reclamarlas como propias. Noviembre puede ser un “viaje de alegría” si estamos dispuestos a soltar, a despegar y seguir brillando.
Noviembre comienza con los ecos de la Luna Nueva que tuvo lugar a finales de octubre. Su energía todavía resonará en nosotros, ya que era una Luna bastante intensa. El Sol, la Luna y Mercurio hacen trígono (120°) con Neptuno en Piscis, poniendo de manifiesto el tema de Noviembre: la integración espiritual. Las dos luminarias (el Sol y la Luna) y Mercurio, el planeta del karma, interactúan con Neptuno en Piscis, la última casa del Zodíaco. Su mensaje es que debemos madurar espiritualmente y aceptarnos como poderosos maestros espirituales. Es momento de dejar atrás cualquier pensamiento o creencia que nos haga creer que no somos “lo bastante buenos” o que no merecemos. La cercanía de Júpiter (el regente tradicional de Piscis) amplifica la energía espiritual que podemos utilizar para nuestra transformación y para la transición hacia la vibración de Ascensión. Júpiter continúa con el efecto que empezó a ejercer desde Septiembre de 2015, mientras avanzamos hacia la segunda fase del ciclo de despertar espiritual que comenzó entonces.
También se da una complicada conjunción de Venus y Saturno. ¿Qué ocurre cuando el planeta de la belleza, del amor y las asociaciones se encuentra con Saturno, el maestro del Zodíaco de la disciplina y del sentido de la realidad? Pueden producirse acaloradas discusiones o fríos silencios. La energía de esta unión supone un chequeo de la realidad de nuestras relaciones, tanto con los demás como con nosotros mismos.
¿Estamos siendo “reales” con nosotros mismos, proporcionándonos el cuidado, la compasión y la consideración que otorgamos a los demás?
¿Dónde estamos enfocando nuestra energía? ¿Qué deseamos crear en nuestras vidas al distinguir entre nuestras necesidades y deseos y las necesidades y deseos de los demás?
Venus quiere tenerlo todo, y no siempre de forma realista o equilibrada. Saturno nos ayuda a centrar nuestro entusiasmo en lo que queremos realmente y elimina las limitaciones, las distracciones, preocupaciones y miedos que nos impiden alcanzar nuestros sueños. Venus es como un niño de 3 años que quiere una galleta, y Saturno es su madre diciéndole: “Antes de cenar, no”. La madre lo hace en beneficio del niño, pero él no siempre lo verá así. Nuestra respuesta aquí es importante. ¿Nos rebelamos contra el “no”, o averiguamos su sentido y nos abrimos a cambiar de planes? ¿Estamos negando algo, o estamos dispuestos a quitarnos las “gafas de color rosa” (y empezar hacer lo que queremos y necesitamos para ser felices)?
¿Te has sentido menos motivado últimamente y un poco lento? ¿Has estado observando tu vida con detenimiento, incluso en detalle? Puedes culpar a Marte por ello, ya que los últimos meses ha estado espectando a los pesos pesados: a Saturno en Septiembre y a Plutón en Noviembre, y la semana pasada formó una cuadratura con la conjunción Urano/Eris. Estamos acostumbrados a experimentar la energía de Marte como una aceleración que nos impulsa a saltar obstáculos (excepto cuando se encontraba retrógrado y volvía a ponerse directo en su paso por Escorpio, de Enero a Agosto de este año). Pero en el 2016 hemos tenido que adaptarnos a una energía nueva y más madura de Marte; una energía que se toma su tiempo, excava en profundidad, considera, reconsidera y evalúa el terreno antes de avanzar. Aunque se trata de una energía de Marte más reflexiva, lo cierto es que preferimos el movimiento acelerado de Marte, que no llegará hasta el 2017.
La acción de Marte/Plutón finaliza la primera semana de Noviembre, una energía que últimamente ha resultado bastante deprimente. Marte, el regente de la primera casa del zodíaco, Aries, se encuentra junto Plutón, que es (supuestamente) el último planeta de nuestro sistema solar (ignoremos los descensos de categoría y los juegos astronómicos). La conjunción Marte/Plutón es como lo que le ocurre a un niño que pasa algún tiempo con su abuelo; el niño aminora la marcha para acomodarse a la edad del abuelo, y el abuelo ajusta su conversación a la edad del niño. Comparten lo mejor de ambos mundos, la desaceleración les ayuda a reflexionar, considerar, evaluar y conectar al mismo nivel.
Pero cuando sucede en nuestra vida personal y necesitamos resolver ciertos asuntos (y no tenemos tiempo para “mirarnos el ombligo” a nivel esotérico, porque tenemos que solucionar algo ahora), puede parecernos frustrante. Sin embargo, forma parte de nuestro nuevo curso de acción. Debemos acostumbrarnos a alinearnos energéticamente antes de penetrar en un territorio desconocido. Y también asegurarnos de que ese paso es adecuado y es lo mejor para nosotros, algo que deseamos integrar e incluir en nuestra realidad.
Toda esta actividad en Octubre, el mes “1”, tiene como objetivo conducirnos hasta el número “2” de Noviembre. No estoy hablando de relaciones, romances y fiestas, aunque también habrá ocasiones para ello. Se trata sobre todo de nuestra principal relación: la relación con nosotros mismos. O bien estamos solos en nuestra humanidad o nos asociamos con nuestra divinidad. De esta manera, el humano “1” se convierte en el “2”, el humano divino.
¿Qué necesitamos abrazar en nosotros mismos para que esta asociación pueda tener lugar?¿Tal vez debamos abrazar nuestra belleza, nuestra perfección, nuestra sabiduría y nuestro potencial?
¿Qué necesitamos soltar y dejar atrás? ¿De qué necesitamos desprendernos? ¿Quizá de nuestra necesidad de aprobación y validación, de nuestras creencias de no ser valiosos, del miedo al futuro o de nuestra incapacidad de creer en nuestro poder para poder dar paso a nuestra divinidad?
Lo contrario de la divinidad no es la maldad, sino la ausencia de divinidad.
Una realidad profana es la que no deja espacio a lo divino. Por tanto, siempre nos parecerá incompleta, porque lo divino nos hace totales y congruentes en nuestra energía individual y nos acerca as a un estado de congruencia también en lo colectivo.
Durante los últimos meses, muchas cosas (incluyendo las ridículas payasadas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos) han puesto en evidencia qué significa vivir en un mundo “profano”. Este hecho ha empujado a muchas personas en la dirección opuesta, motivándolas en su búsqueda de sabiduría y del poder de la divinidad. “Todo potencial oscuro encierra un propósito de luz”, cuando recordamos que la luz siempre está presente y que la oscuridad siempre le abre paso. Si los acontecimientos de este año nos han revelado lo profano, tomemos la decisión consciente de integrar el poder de lo divino en nuestras vidas. Éste es el mes adecuado para ello.
Transformar lo profano de la 3D en la energía divina de la 5D nos obligará a entrar en acción en Noviembre. En primer lugar, debemos hacerlo a nivel energético. El proceso comienza con la intención de permitir que nuevas creencias, nuevas perspectivas y nuevas alineaciones se conviertan en nuestros compañeros energéticos. ¿Queremos energías de frecuencia elevada en nuestras vidas, como la alegría? Esas energías se crean cuando nos alineamos con las energías de 5D.
Durante la Luna Llena del 14 de Noviembre, el Sol y la Luna estarán en el eje Tauro/Escorpio, a 22 grados, haciendo eco del grado en que ocurrió el eclipse del 13 de noviembre de 2013 (justo después de que Saturno entrara en Escorpio por primera vez). Es posible que tengamos la sensación de que la molesta energía de Escorpio no se desvanece, ya que permanecerá activa hasta finales de año. Forma parte de la profunda transformación que está teniendo lugar y que nos empuja a vencer las últimas resistencias a nuestra Ascensión. En 2017 tendremos un recordatorio ocasional de Escorpio (después de todo, es uno de los signos zodiacales), pero no con la misma intensidad que venimos experimentando desde el 2012.
Se trata de una Luna Llena especial, ya que la Luna estará más cerca de la Tierra de lo que ha estado desde 1948 y podría ejercer un mayor impacto sobre nosotros. Si tenemos que desplazarnos, sería conveniente que prestemos más atención al volante, ya que otros conductores podrían estar más emocionales y distraídos.
Durante este mes también tendremos las energías habituales de la actual cuadratura de Urano/Eris y de Quirón, el sanador herido. Pero, esta vez, su enfoque será diferente. ¿Cómo vamos a crear los nuevos paradigmas con los que deseamos alinearnos y que deseamos integrar? Hemos perdido mucho tiempo dejando ciertas cosas de lado este año. Ahora es momento de volver a retomarlas (no de la misma manera que quizá nos gustaría, sino de forma que sirvan a nuestro propósito de crear alegría, paz, amor, abundancia, plenitud y armonía congruente -nuestro tema de 2016). Noviembre es un mes de madurez espiritual. Tendremos que dejar de lado las lamentaciones acerca del pasado y empezar a mirar hacia adelante para pasar a la acción. Es momento de adoptar nuevas direcciones y abrazar plenamente nuestro poder para crear un mundo en donde el espíritu y lo humano puedan trabajar juntos y colaborar (sólo así conseguiremos que las energías de 5D se asienten). Si centramos nuestra atención en la integración de la 5D, empezaremos a ver progresos durante este mes. La 3D no va desaparecer ni va a marcharse; la Ascensión consiste en la integración de ambas, no en la imposición de una sobre la otra.
Pero Noviembre tampoco será exclusivamente un mes de trabajo sin diversión alguna. También podremos experimentar alegría. Puede incluso llegar a convertirse en un “viaje de alegría”, si dejamos de trabajar tan duro y nos permitimos el descanso que necesita nuestra parte humana para alinearse con las energías de Ascensión y para divertirnos un poco.
Ésa será una de nuestras misiones en el 2017: dirigirnos hacia una energía más ligera y hacia la frecuencia de la alegría. Ser un poco menos “trabajadores” de Luz, para ser más “rayos” de luz. Disfrutar de nuestro viaje mientras llevamos a cabo nuestras misiones individuales y colectivas de transformación y Ascensión.
Debemos recordar que ya nos encontramos en la energía del 2017; el cambio empezó en Septiembre. Por consiguiente, no tenemos que esperar hasta Enero para que puedan darse nuevos comienzos. Podemos ponerlos en marcha ahora mismo. Preparados, listos… y lancémonos a nuestros nuevos paradigmas de 5D. Todo está a punto. Además, ser el conductor significa que podemos controlar la velocidad con que queremos llegar a nuestro destino. Es tiempo de “pisar a fondo el acelerador” y poner en práctica todo lo que hemos aprendido. Que tengan un mes maravilloso.
Jennifer Hoffman
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Derechos de autor reservados © 2016 por Jennifer Hoffman. Pueden citar, traducir, reimprimir o referirse a este mensaje si mencionan el nombre de la autora e incluyen un vínculo de trabajo a: http://enlighteninglife.com
Traducción: Rosa GarcíaDifusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahorahttp://www.manantialcaduceo. com.ar/libros.htmhttps://www.facebook.com/ ManantialCaduceo
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