( continuación de "La Cueva")
HABLA MITRA:
“
Dónde has estado?”, pregunté ásperamente, quizás para cubrir la intensidad de la emoción que
sentí a su toque. “Tus amigos están preocupados por ti y me enviaron a buscarte”
Dije de una voz suave.
“Cómo sabes que soy
a quién buscas?” replicó ella con una resonancia en su voz que instantáneamente
calmó mi conducta.
“Lo siento fui tan
áspero contigo. Es sólo que he estado buscándote por mucho tiempo. Cómo es que
te perdiste hasta aquí? “
“No estoy perdida.
Vivo cerca”.
“Vivir?”. Dije tratando de controlar mis intensas
emociones. “ No hay sitio donde vivir fuera de aquí”.
“ Sígueme”, dijo
ella. “Te mostraré mi hogar”.
Caminó y la seguí
sin cuestionamiento.Caminamos a través de una casi completa oscuridad, pero
nunca dudé. Al seguir su forma extrañamente familiar, me volví más y más
encantado con ella. Quién era
ella? Por qué me sentía como si la
conociera? Nunca había tenido ese sentimiento por nadie en mi
vida, y había visto vagamente su rostro.
Caminamos por un
buen rato en total silencio, mientras traté de contener mis emociones y ver en
la oscuridad. Las lunas no habían salido aún y el cielo era brumoso, aunque
cada paso suyo era seguro como si ella hubiese hecho este viaje varias veces.
Mientras tanto, estaba tratando de mantener mi dignidad y no tropezar ni caer.
Yo, quien tomé tanto orgullo en ser un líder, seguí cada uno de sus pasos.
Como puestas por una
fuente invisible, las lunas salieron justo en el momento en que llegamos a una
enorme roca y entramos a una pequeña área llena de flores, plantas, un pequeño
estanque e incluso rocas planas que fueron arregladas como sillas. Cómo movió
esas rocas? Sin embargo, no dije nada. No quise avergonzarme de nuevo hablando
duramente. Obviamente, ella NO estaba perdida, y la juzgué grandemente.
“ Se está volviendo
frío ahora. Quieres venir adentro?” dijo ella como si confiara totalmente en
mi.
“ Ah, si” tartamudée
de una forma muy poco
digna.
“Déjame comenzar el
fuego, así puedes ver adentro”, dijo al moverse hacia una colección de rocas
que crearon un pequeño fuego fuera de la cueva en un área pequeña y abrigada. Ella recogió algunas astillas y lo que parecía musgo, golpeó una piedra contra otra, y al instante una pequeña flama encendió la leña. Ella había encendido el fuego, obviamente, muchas veces. Entonces tomó, lo que parecía una rejilla y la colocó sobre las rocas
“Haré
algo de té para calentarnos”. Dijo en tono fácil.
“
Tienes té?” dije de una manera ruda y sorprendida.
“ Oh si”, dijo ella
al guiarme en la cueva adonde había visto algunas hierbas colgadas boca arriba
para secar.
“ Dónde encontraste
esto?” Pregunté, nuevamente con una voz que era demasiado sorprendida.
Ella ignoró mi
conducta ruda y se volvió hacia mi para responder. Sin embargo, cuando nuestros
ojos se encontraron en la luz parpadeante, ninguno de los dos pudo hablar por
lo que pareció ser eterno. Fue ella quien habló primero.
“ Te conozco”, dijo
sin ninguna vergüenza.
“ Si”. Fue todo lo que pude
decir. La conocía, pero también sabía que nunca la había conocido.
Se dio vuelta de
nuevo y eligió algunas hierbas, las quebró , las puso en una pequeña vasija de
metal. La llenó con agua del arroyo claro que goteaba en la cueva y colocó la
vasija en la parrilla.
“ Te gustaría miel?”
dijo.
“Tienes miel?”
Ella sonrió en
respuesta a mi pregunta.
“Ah seguro”,
balbucée de nuevo.
En vez de
avergonzarme más, miré alrededor de la pequeña cueva para orientarme y
calmarme. Mis ojos no podían creer. Ella había , en efecto, creado un hogar
aquí, y parecía estar sola.
“ Vives sola aquí?”
“Oh no! No estoy sola. Vivo con la Naturaleza”.
Le eché un vistazo a
su casa de Nuevo. A la derecha vi lo que era algo así como su mendicidad.. Lucía
viejo y usado.
“ Si, veo que lo
haces. Perdón por mi rudeza. Te he
subestimado grandemente. Esperaba encontrarte herida, o peor, en gran
peligro. En vez de eso, veo que has creado un amoroso hogar. Cómo hiciste todo
esto?”
“ Le pedí ayuda a la
Gran Madre”. Dijo, como si supiera lo que quería decir.
“ La Gran Madre?”
“Si, Elohim Alcyone
a quien conocimos en el Corazón”.
“ Pero, eso fue solo
un sueño. Cómo pudiste saber sobre mi sueño?”
De hecho, estaba
bastante sorprendió que “el sueño” instantáneamente retornó a mi memoria.
Ella eligió ignorar
completamente mi pregunta y se volvió para crear una pequeña comida compuesta
de alimentos que nunca había visto. Ella tomó dos medias calabazas, a las que utilizaba como platos y me guió a una pequeña repisa. En frente de la cornisa con una pequeña mesa hecha de ramas entrelazadas que sirvieron como una tabla.
Con completo
asombro, me senté donde me indicó y silenciosamente observé mientras ella puso
los platos en la “mesa” y fue a buscar el té.
“ Me temo que sólo
tengo una taza. Te importaría si compartimos?”
Silenciosamente
asentí con mi cabeza asombrado, al ella servirme el té.
“Oh”, dijo mientras
caminaba hacia otra repisa donde tenía un conteiner de metal pequeño. Lo trajo
y me ofreció diciendo…
“ Te gustaría algo
de miel?”.
Nuevamente asentí
silenciosamente, al poner una pequeña cantidad del dulce líquido en el té
humeante.
“ Por favor, come”,
dijo y me ofreció mi plato
“ No quiero ser rudo”,
dije – demasiado tarde – siendo ya incríblemente rudo, “ pero cómo sabes que
estas plantas no son venenosas?”.
“ Ellas me lo
dijeron”. Respondió simplemente.
“ Uh, cómo te lo
dijeron?” pregunté.
“ Simplemente las
olí y las puse en mi corazón. Si eran venenosas, sentía miedo, si eran nutritivas, sentía amor”.
“ Pero no es eso
peligroso? Y si te equivocaras?”
“ Confío en mi
misma, y confío en la Naturaleza”:
No dije nada más.
Compartí el té delicioso y comí las sabrosas plantas. Supuse que si ella
confiaba en mi lo suficiente para traerme a su hogar, podía confiar en
ella lo suficiente para comer su comida.
Confiar? Ponderé el concepto, mientras traté de pensar en la última vez que había
confiado en alguien.
El despertar de
Mytria ocurrió antes de conocernos, mientras que mi despertar comenzó esa
noche. Cada cosa que había sido importante en mi vida parecía sin importancia
comparado con la simple paz que ella compartía conmigo esa noche. Fui guiado
por la ambición y no confié en nadie en mi lucha por ser un líder y Protector
en nuestro nuevo mundo.
Interesante, muchos
confiaban en mi, pero yo no confiaba en nadie. Sin embargo, confiaba en ella.
Comí su posible comida envenenada y bebí su té de una “hierba” desconocida sin
cuestionamiento. De hecho, al sentarme en la pequeña cornisa, supe que mi vida
había cambiado para siempre. Nunca sería la misma persona de nuevo, lo que era
una buena cosa. No había sido amigo de mi mismo demasiado últimamente.
Como si leyera mi
mente, ella miró en mis ojos y dijo , “ Estuve al borde de la muerte cuando
vine aquí. La Madre me ha sanado y me ha dado una vida maravillosa”.
Ella entonces tomó
los platos y nuestra única taza y fue afuera a lavarlos. No dije nada, y ni
siquiera me ofrecí para ayudarla. Había venido aquí para salvarla, pero
aparentemente fue ella quien me salvó a mí.
Yo, Mytra, retornaré
para continuar mi historia….
A través de Suzanne Lie, PhD
Traducción - Shanti
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