Janosh es un artista holandés dedicado al arte digital. Es licenciado en Económicas y hace años tenía una exitosa empresa de publicidad. Según sus propias palabras era un ateo al que sólo le interesaba el dinero, las casas y coches de lujo y salir con los amigos. En el trabajo era inconstante y en las relaciones se aburría y cambiaba con frecuencia sin saber por qué. Un día recibió unos e-mails sobre la Concordancia Armónica, una conjunción planetaria que se da cada cientos de años. Le dijeron que si esa noche meditaba, obtendría respuestas. Así lo hizo pero no sintió nada.
Varias semanas después comenzó a ver en su mente imágenes (que él llama hologramas) perfectamente definidas, mientras trabajaba delante del ordenador. Pensó que aquello era debido a que estaba trabajando demasiado. Pero le gustaron tanto los hologramas que los dibujó en el ordenador y los colocó en su web.
Al poco recibió e-mails felicitándole por sus diseños de los círculos de las cosechas de Gran Bretaña. Tuvo que buscar información sobre el tema porque era algo que desconocía y nunca le interesó. Aquello le sorprendió mucho. Un par de semanas después comenzó a oír una voz en su cabeza y preocupado pidió cita en un hospital psiquiátrico. Iba anotando lo que le decía en su mente aquella voz para contárselo al psiquiatra el día de la consulta.
La voz le explicaba el sentido de la geometría y cómo trabajar con ella. Decidió seguir las extrañas instrucciones para ver a dónde conducía todo aquello y creó una presentación multimedia con una pantalla gigante en la que se iban formando las imágenes, acompañadas de música y una serie de preguntas y reflexiones personales. La gente que vio esta presentación quedó muy impactada y Janosh recibió muchos e-mails en los que le agradecían la experiencia vivida con las imágenes, afirmando que alcanzaron mayor equilibrio en sus vidas.
Aquella cita con el psiquiatra jamás tuvo lugar. Poco tiempo después Janosh dejó su empresa para dedicarse exclusivamente a crear hologramas geométricos digitales mediante ordenador. Hoy viaja por todo el mundo mostrando su trabajo en impresionantes espectáculos multimedia, que está convencido pueden cambiar nuestras ideas y con ello la marcha del planeta. Esta convicción le ha llevado a exponer su arte en la sede de la ONU en dos ocasiones.
“El principio básico de estas presentaciones es inspirar a las personas para que descubran su propia pasión y para que conviertan sus sueños en realidad.”
LOS ARCTURIANOS
Años atrás Janosh no creía en energías sutiles, ni en los círculos de las cosechas, ni en misticismos filosóficos. A raíz de su particular experiencia subjetiva todo esto cambió de forma bastante radical. Se vio obligado a elegir entre encontrar una respuesta aceptable o sucumbir a la locura. Afortunadamente Janosh encontró su respuesta, muy peculiar, aparentemente nada objetiva y posiblemente demencial en opinión de algunos. Es obvio que tiene los pies bien firmes sobre la tierra y ha logrado combinar pasión con supervivencia, es decir se dedica a lo que más le gusta hacer y además vive de ello.
Según Janosh sus presentaciones son un conjunto de imágenes geométricas combinadas con sonidos que sirven de patrones de activación subconsciente que abren nuestro sistema nervioso a nuevas dimensiones. Cada holograma es como una llave o código para activar nuestro ordenador biológico. Se trata de un lenguaje sin filtros que te proporciona un mayor entendimiento de quién eres realmente. Esa es su conclusión, a la cual llegó tras comprobar la reacción del público que asistió a su primera presentación.
En cuanto al origen de los hologramas y la voz que percibía en su cabeza Janosh nos dice que cree que se trata de Arcturianos (o Arturianos), unos seres espirituales altamente desarrollados que vienen de la quinta dimensión para guiarnos.
Agroglifo sobre un campo de trigo en Inglaterra código llamado Transición, cuya imagen (debajo) fue expresada en uno de los agroglifos de Inglaterra.
Agradezco a mi querida Anshelina la gentileza de enviarme esta información.
Con Amor Incondicional,
Cïehlena